HMS BRILLIANT HOSTIGADO A LAS AFUERAS DE SANTA CRUZ DE TENERIFE
Cuando aún no se había calmado el ambiente tras el ataque de Horacio Nelson a Tenerife (22-25 julio de 1797) en la isla aún se vivía con ansiedad pendientes de que este marino u otros volvieran a intentarlo.
Se añadía que desde Tenerife seguían partiendo cargueros con vinos para suministrar a las tropas británicas destacadas en el Caribe.
Una de esos navíos apostados en las islas era el HMS Brilliant, que en su patrulla por Tenerife se encontró con dos navíos franceses.
Sucedió el 27 de julio de 1798, cuando el Brilliant observó a las fragatas Vertu y Régénérée partiendo de Santa Cruz con rumbo norte.
Cuando se le aproximaron éstas le cañonearon a discreción; cuando el Régénérée se estaba acercando a su oponente la Vertu , que había navegado mucho, fue golpeada por un viento frontal y quedó parada; la Régénérée sufrió la misma circunstancia y en ello perdió su mesana y bauprés (se aprecia en el oleo), lo que permitió que el HMS Brilliant huyera.
La Vertu la persiguió, pero no pudo superar a su oponente y regresó a Tenerife. Allí, la Régénérée reemplazó su aparejo y ambas fragatas finalmente llegaron a Rochefort el 5 de septiembre.
El encontronazo no tuvo mayor trascendencia, pero lo que si extraigo del hecho es como de cada suceso naval, los británicos lo publicitaban con orgullo y como no, también para difundir y animar a su población. Y es que para montar un bien imperio también hacía falta saber venderlo.
Carlos Cólogan Soriano