En septiembre de 1837 se publicaba en el diario Atlante de Tenerife una información en la que se vislumbraba que el cultivo del plátano ganaba al del árbol del pan, apuesta británica para alimentar a sus colonias en el Caribe.
¿Esta noticia podría indicar que la introducción del plátano en canarias pudo ser como consecuencia de estos experimentos fallidos como el árbol del pan?, vete a saber
La mera idea de pan, producido espontáneamente por un árbol, no puede dejar de excitar la atención; citado como el alimento más apreciable del hombre. Así es que los primeros viajeros Españoles en las islas de La hombres describieron el árbol del pan con el mayor entusiasmo; un pan obtenido sin arar, sin sembrar, sin segar, sin moler, sin amasar, y sin cocer, merece ciertamente el nombre de pan providencial.
El árbol de pan crece principalmente en las islas de los Ladrones, dependientes de los gobierno de Filipinas: es del tamaño de un castaño, muy ramoso, y con hojas verde oscuras; su fruta es del “grandor” de la plata, y no tiene hueso ni semilla; cuando está madura es amarilla y blanda, de gusto dulce y agradable, mas para usarla como pan, la cogen los naturales mientras está verde y dura y luego la ponen en un horno para secar y raerle la corteza; en este estado es una sustancia pura y nutritiva como el pan.
Es necesario comerla en el primer día, porque después se vuelve pegajosa como la masa, la fermentación natural no siendo tan fuerte como la artificial. El árbol continua dando fruta por ocho meses, y durante este tiempo no comen los naturales otra especie de pan.
Un árbol tan apreciable cómo fácil. de cultivo, movió a los colonos ingleses de las Indias occidentales ( el Caribe) a suplicar a Jorge III se dignase proveer sus islas, cuyo clima parecía adaptado, con plantas del
árbol de pan, y en consecuencia fue despachado el Bounty, un barco de 215 toneladas, al mando del capitán Bligh, para trasplantar un crecido número de plantas.
Esta expedición llegó a la isla de Otaleite en octubre 1788 a donde constaba, por el último viaje de Cook, que había abundancia de este árbol, y en dos o tres meses lograron obtener 1500 plantas sacadas de entre “los renuevos” de los árboles, con raíces y la tierra fresca que las rodeaba; pero a la vuelta del viaje se amotinó la tripulación, y poniendo al comandante, oficiales y algunos marineros que no quisieron tomar parte en aquella rebelión, en un bote sin cubierta, con algunas provisiones e instrumentos náuticos, los dejaron en un vasto océano a merced de los vientos y de las olas.
El capitán Bligh, después de navegar mas de 1500 leguas, luchando contra toda especie de peligro, arribó a la isla de Timor, con solo la pérdida de un hombre, donde fueron acogidos por el gobernador holandés hasta hallar oportunidad de volver a Inglaterra.
Habiéndose malogrado la expedición causada por la sublevación tan secreta como inesperada; el gobierno mandó equipar la fragata Providencia, y un pequeño barco en su compañía, para que bajo el mando del mismo capitán Bligh procediesen hacia Otabeite a efectuar el provecto propuesto en la primera expedición.
Estos barcos llegaron a su destino en abril de 1792, y volvieron con 1200 plantas en la mayor perfección, las que fueron distribuidas entre los colonos de Santa Elena, San Vicente y Jamaica: pero después de tantos esfuerzos y gastos, el árbol de pan no ha tenido el éxito que se esperaba.
Es verdad que su propagación es difícil, consistiendo solo “en aterrar un renuevo” y separarle al año siguiente de la raíz para trasplantarse; pero la experiencia ha demostrado que el plátano se produce con mayor abundancia y a menor costo, siendo un substituto del pan mucho mas agradable al gusto de los negros; y la fruta del árbol del pan es ahora usada solamente por los colonos ingleses como un bocado delicado en los pudines asada en lugar de papa, aunque inferior a esta raíz.
Fuente. Jable. Hemeroteca Digital de Canarias. ULPGC. 30/09/1837 El Atlante - Página: 2
Imagen que acompaña: Alamy. Árbol de fruta de pan, el plátano, el bambú, ca. 1838. Dibujado por Edward Bailey, grabado por Kepohoni
En septiembre de 1837 se publicaba en el diario Atlante de Tenerife una información en la que se vislumbraba que el cultivo del plátano ganaba al del árbol del pan, apuesta británica para alimentar a sus colonias en el Caribe.
¿Esta noticia podría indicar que la introducción del plátano en canarias pudo ser como consecuencia de estos experimentos fallidos como el árbol del pan?, vete a saber
La mera idea de pan, producido espontáneamente por un árbol, no puede dejar de excitar la atención; citado como el alimento más apreciable del hombre. Así es que los primeros viajeros Españoles en las islas de La hombres describieron el árbol del pan con el mayor entusiasmo; un pan obtenido sin arar, sin sembrar, sin segar, sin moler, sin amasar, y sin cocer, merece ciertamente el nombre de pan providencial.
El árbol de pan crece principalmente en las islas de los Ladrones, dependientes de los gobierno de Filipinas: es del tamaño de un castaño, muy ramoso, y con hojas verde oscuras; su fruta es del “grandor” de la plata, y no tiene hueso ni semilla; cuando está madura es amarilla y blanda, de gusto dulce y agradable, mas para usarla como pan, la cogen los naturales mientras está verde y dura y luego la ponen en un horno para secar y raerle la corteza; en este estado es una sustancia pura y nutritiva como el pan.
Es necesario comerla en el primer día, porque después se vuelve pegajosa como la masa, la fermentación natural no siendo tan fuerte como la artificial. El árbol continua dando fruta por ocho meses, y durante este tiempo no comen los naturales otra especie de pan.
Un árbol tan apreciable cómo fácil. de cultivo, movió a los colonos ingleses de las Indias occidentales ( el Caribe) a suplicar a Jorge III se dignase proveer sus islas, cuyo clima parecía adaptado, con plantas del
árbol de pan, y en consecuencia fue despachado el Bounty, un barco de 215 toneladas, al mando del capitán Bligh, para trasplantar un crecido número de plantas.
Esta expedición llegó a la isla de Otaleite en octubre 1788 a donde constaba, por el último viaje de Cook, que había abundancia de este árbol, y en dos o tres meses lograron obtener 1500 plantas sacadas de entre “los renuevos” de los árboles, con raíces y la tierra fresca que las rodeaba; pero a la vuelta del viaje se amotinó la tripulación, y poniendo al comandante, oficiales y algunos marineros que no quisieron tomar parte en aquella rebelión, en un bote sin cubierta, con algunas provisiones e instrumentos náuticos, los dejaron en un vasto océano a merced de los vientos y de las olas.
El capitán Bligh, después de navegar mas de 1500 leguas, luchando contra toda especie de peligro, arribó a la isla de Timor, con solo la pérdida de un hombre, donde fueron acogidos por el gobernador holandés hasta hallar oportunidad de volver a Inglaterra.
Habiéndose malogrado la expedición causada por la sublevación tan secreta como inesperada; el gobierno mandó equipar la fragata Providencia, y un pequeño barco en su compañía, para que bajo el mando del mismo capitán Bligh procediesen hacia Otabeite a efectuar el provecto propuesto en la primera expedición.
Estos barcos llegaron a su destino en abril de 1792, y volvieron con 1200 plantas en la mayor perfección, las que fueron distribuidas entre los colonos de Santa Elena, San Vicente y Jamaica: pero después de tantos esfuerzos y gastos, el árbol de pan no ha tenido el éxito que se esperaba.
Es verdad que su propagación es difícil, consistiendo solo “en aterrar un renuevo” y separarle al año siguiente de la raíz para trasplantarse; pero la experiencia ha demostrado que el plátano se produce con mayor abundancia y a menor costo, siendo un substituto del pan mucho mas agradable al gusto de los negros; y la fruta del árbol del pan es ahora usada solamente por los colonos ingleses como un bocado delicado en los pudines asada en lugar de papa, aunque inferior a esta raíz.
Fuente. Jable. Hemeroteca Digital de Canarias. ULPGC. 30/09/1837 El Atlante - Página: 2
Imagen que acompaña: Alamy. Árbol de fruta de pan, el plátano, el bambú, ca. 1838. Dibujado por Edward Bailey, grabado por Kepohoni