Por aclararlo bien, creo certeramente que pese a que muchos canarios llegaron y se establecieron en los Estados Unidos, siempre pensé que ninguno de ellos llegara a ser un destacado hombre de aquellos lares. Pero cual es mi sorpresa al ver que uno si lo fue y nacido en La Orotava. Se llamaba Carlos de Franchi y Benítez de Lugo que fue gobernador del estado de la estrella solitaria [1736-37] cuando este territorio pertenecía al virreinato de Nueva España.
Los Adaes
Carlos nació el 5 de septiembre de 1701 y era el tercero de los hermanos Franchi y Benítez de Lugo. El mayor era Juan Bautista [19 de mayo de 1696] y el segundo era el gran Cristóbal Joaquín [12 de febrero de 1700], teniente general de los ejércitos y luego marqués de la Candia y del Sauzal. A estos dos se le suma la hermana Magdalena [30 de noviembre de 1694], la menor. Pero dejándoles a un lado quiero mencionar algunas cosas para aclarar sobre la confusa biografía de Carlos, a quien se le podría denominar como Carlos el funesto, dicho esto con todo mi respeto.[1]
Carlos de Franchi y Benítez de Lugo que tan solo tenía un año menos que Cristóbal nació en La Orotava. La trayectoria de este tercer hermano es verdaderamente fascinante y en dirección completamente opuesta, geográficamente hablando, a la de Cristóbal. Militar como sus hermanos mayores ingresa en las Reales Compañías de Guardias Marinas, alcanzando el grado de coronel de los Reales Ejércitos. Luego viaja a América para nunca volver y allí se le conoció como Carlos Franquis Benites de Lugo y por este cambio en su nombre es a veces difícil seguirle la pista.
De lo poco que aún sé de él, si he averiguado que siendo muy joven, se trasladó a la Habana donde se casó dos veces. La primera con María Beltrán de Santa Cruz y Valdespino nacida en La Habana en 1692. La ceremonia se celebró en la catedral el 2 de febrero de de 1721. Tristemente ella falleció el 5 de diciembre de 1722 cuando solo contaba con treinta años. Era hija de Pedro Beltrán de Santa Cruz y Noriega, capitán de Caballería, y de María Felicia de Valdespino y Cuilizasti. Era nieta del Licenciado Pedro Beltrán de Santa Cruz y Beitia, alcalde ordinario de La Habana, natural de Quito, y de Isidora de Noriega y Recio. La segunda vez se caso, también en la catedral de la Habana, con Ángela Alarcón-Ocaña y Pedroso el 18 de febrero de 1726 con quien tuvo un hijo según menciona el mismo en sus cartas, si bien desconozco su nombre.
De él podría conjeturarse que era muy voluntarioso por no decir, ambicioso. Carlos llegó a ser coronel de los Reales Ejércitos y falleció en fecha desconocida. La siguiente carta muestra sus marcados rasgos que no son más que el preludio de lo que años más tarde llegaría a ser, Gobernador del Estado de Texas.
Hermano mío de toda mi estimación, aunque te tengo escrito en navío que salió de este puerto para el de Cádiz a principio de mayo ahora lo buelvo a hacer en la presente flota noticiándote mi salud la quede fruto con toda felicidad en la amable compañía de mi mujer e hijo quienes se te recomiendan de corazón.
Haviendo llegado ya la Real orden en la que se pide el Ynforme a manos deste Caudillo Gobernador me ha pedido mis papeles me he visto perplejo por no tenerlos ni hallarme siquiera con testimonio de ellos a lo que le dije tenía todos presentados a su Magestad por tu mano y aunque lo sintió mucho por decirme le era presisos verlos para que le constaran mis servicios que no obstante le diese otra minuta de todos ellos para hacer relación en el informe y remitirse a mis papeles originales supuestos la tenía presentados a su Magestad advirtiéndome te lo avise para que sino los hubieses presentado no omitas el hacerlo por lo que conviene para este fin por haverselo pedido el Señor Patiño reservadamente y assi solo te devo decir va mui a mi satisfacción por averme hecho dos mil onzas las que siempre esperé recibirle por lo mucho que le devo.
Tengo la esperanza de conseguir mi pretención por el gran deseo con que solicitarás consiga mi acomodo no omitiéndola paso que sea necesario como presizo del logro de ellas como por la esperanza que me ha dado el Señor Gobernador no solo por lo que me a procurado del Señor Patiño haciéndole presente mi calidad y méritos quiera Dios surta efecto por el gran deseo que tengo de acomodarme por continuar mi mérito en el Real Servicio.
En esta Flota pasa a esa corte mi amigo Don Martín de Loynas con su familia y aunque su llamada ha sido tan intempestiva como confusa para todos le han mudado con la honra de darle su sueldo basta la misma hora de su embarque como que llevé a su consignación los tanacos de su cargo que hubiese comprado aviendo con esta orden cargado toda la flota de su quenta sin intervención del factor que le ha mudado.
Con la grande amistad que le he merecido del amigo Loynaz grandísimo deseo de acomodarme para cuio fin me […] esto si quiero servir en el exército que luego que llegue a esa corte solicitará con todas fuerzas una compañía aunque le cueste seiscientos pesos los que luego le satisfaré, a lo que le he respondido me hallo al presente con la pretención del grado de capitán de Ynfantería con agregación a este Batallón para lo qual ha venido Real Orden a este Gobernador pidiendole informe y que habiéndole dado, le remite en esta flota por lo que ya que desea mi acomodo le avia de merecer la onra de coadyudar con quantos medios pudiera a fin de que lograse mi pretención supuesto la tenía tan adelantadas pero que si por algún motivo nolo consiguiese le avía de merecer la solicitud de lo que me ofrecía pues resueltamente me hallaba con ánimo [na] acomodándome para aquí pasar a esa Corte a continuar mi mérito en el servicio a lo que me a respondido que supuesto estas a su cuidado mío pretención te excribía le participes el estado de esta para qu el ponga todos los medios necesarios a fin de lograrlo supuesto serle precizo seguir la corte por algún tiempo por sus negocios y tener asi mismo amistad con el Secretario del Señor Patiño y que si necesitares de algunos pesos para el efecto de mi pretención se lo avises los suplirá con mui buena voluntad quedando a mi cuidado la satisfacción lo que te aviso para que no omitas hacerlo en caso de necesitar algunos pesos para el ogro de mi acomodo. Y que así mismo le participes de no surtir efecto mi acomodo en este Batallón para que pueda hacer las diligencias de conseguirme … Compañía que me tiene ofrecida y en que me va mui emperado.
Para que te satisfagas no tuviese motivo de que …. De la carta que me dizes me escribistes en la que correspondía a puntual respuestas por lo que en ella me pedías la que no recibiré y para que veas no omitiré dártelas ni menos el dejar de executar lo que me pedías ay te mando testimonio al poder que me pedías y te remití en aquel entonces y por su fecha puedes tenir en conocimiento si es verdad o no como asi mismo por tu misma carta la que te remití pues siendo escrita, en 8 de mayo el deño de 27, verás por la dicha del Poder que es de 16 de julio del mismo año como no omití el mandártelo en la primera ocasión que hubo y .. el que se ha perdido no tengo la culpa para que tanto te hayas sentido como me dices en la tuia siendo la única que he recibido después de 3 años.
Aunque en diferentes que te he escrito te tengo molestado sobre que me hagas el gusto de sacarme unas cartas de recomendación para este caballero Governador por lo que me puedan importar lo que tú no puedes ignorar y no lo has hecho no sabiendo el motivo que puedas tener para no darme ese gusto redundando en Beneficio mío buelbo nuevamente a pedírtela para que no omitas en primera ocasión hacerlo como el que le escribas como también te lo tengo avisado pues no ha dejado de estrañarlo, no ignorando tu menester y quentales hombres gustanles [incensaren]
Ay te remito la copia al informe que me dio para su majestad, el marqués de Villa hermosa Comandante General de esta Ysla y aviéndolo el remitido el año de 27, tuve la desgracia de que fuera en una fragata llamada la lechera la que hasta ahora haparecido y no avido razón de ella y aviéndole pedido al Señor Marqués Duplicado quando salió de esta Ciudad para Nuestro Gobierno de Cartagena me lo dio el que remití estando tu en Canaria a Don Salvador Fernández Zepilloa y aunque de él no he tenido carta ninguna en una que recibió el amigo Loynas suya le dizes me diga habérmelo recibido y extrañado no me avises nada de esto, quando me pareze mui esencial por lo bien hecho que […] y como por hacerlo dado, un hombre de las estimaciones como el señor Marqués para su Majestad y primer ministro y así te he de menester si Zepillo no te lo ha encargado se lo pidas y si te pareciese lo pongas en manos al Señor Patiño para que venga en conocimiento [es] regular mi pretensión y la forma lo que te […] como que tiene la cosa presente.
En galeones si Dios me diese vida te remitiré Doscientos pesos para que hagas un vestido en mi nombre pues el no hacerlo en esta ocasión es porque no lo tengo como te lo dirá el amigo Loynas quando le veas por causa de algunos gastos que me han ocurrido presizos de que no me he podido escusar y te lo digo con toda esta claridad po no tener necesidad contigo de handar con otros rodeos.
Harasme el gusto de remitirme en primera ocasión testimonio de mis papeles por lo que se me pudiere ofrezer aca y quando me escribas, me sobrecartaras el pliego, a Don Francisco Antonio Basabes o a Don Dionisio Martínez de la Vega Gobernador de la ciudad para que logre recibirlas sin que ninguna se me pierda.
Ya sabes los deseos de servirte y así no omitas mandarme lo que gustases que lo ejecutaré gustoso en interin. Ruego a nuestro Señor te guie en felices años de mi deseo. Havana y junio 15 de 1730.
Carlos de Franquis[2]
GOBERNADOR DE TLAXCALA EN NUEVA ESPAÑA. 1735
Desde 1730 no he conseguido saber donde permaneció y la última reseña localizada es de 1734 cuando permanecía en la Habana como capitán junto al Alguacil Mayor Sebastián Calvo de la Puerta. Al parecer Carlos regresó a España muy probablemente a finales de año
Att. Sr. Presidente y Asesores del Tribunal de la Casa de la Contratación de la ciudad de Cádiz
El coronel de Infantería Don Carlos de Franquis a representado haverle Su Majestad conferido el Gobierno de Tlaxcala en la Nueba España, pidiendo licencia para embarcarse con un Criado, sus Baúles, Libros, Armas, y Ropa; a cuya ynstancia a concedido el Consejo, y en su consecuencia lo participo a V.S. y a los Señores para que en virtud de esta Carta (por no haver tiempo para ejecución del Despacho que se requiere) den V.S. y esos Sres. las prevendas correspondientes para que al expresado D. Carlos no se le ponga embarazo alguno en su embarque en qualquier Navío de Bandera de S.M. ni en que lleve consigo el Criado , y lo que va expresado, sin pedirle información alguna, pero con tal que la presente el Criado hecha en su tierra ante la Justicia de ella, por donde se verifique no ser casado en estos Reynos, ni de los prohibidos a pasar a las Indias y con las señas de su persona, y si lo fuere que cumpla con la Ley llevando a su mujer y a lo menos que se haga constar auténticamente el consentimiento de ella, sin que esta justificación la pueda suplir certificación del mencionado Don Carlos; de que participo a V.S. para su cumplimiento. Dios Guarde muchos años a V.I. y esos Seres. Muchos años como deseo.
Madrid 13 de octubre de 1735
Juan Benítez de Maturana[3]
A finales de 1735 se embarca rumbo a Nueva España con el puesto de Gobernador de Tlaxcala, cargo que aún ocupaba a su llegada el arzobispo y virrey de la Nueva España, Juan Antonio Vizarrón y Eguianeta. Este viaje a Indias es algo confuso pues no hay otros documentos que, como este avalen que volvió a España donde al parecer recibió el nombramiento.
Hallábase a esta sazón recién venido de España el Coronel D. Carlos Franquis, con la futura del gobierno de Tlaxcala, que encontró ocupado, y por esta razón le confirió interino el de Texas el expresado excelentísimo señor Arzobispo Virrey.[4]
Quien escribe estas últimas líneas es Antonio Bonilla, administrador e historiador de la fundación de Texas. Bonilla, por entonces oficial de la Secretaría de Cámara de México recibió el encardo de dejar constancia escrita de la historia de los territorios de Texas. Así fue como publicó, en 1772, el volumen Breve compendio de la historia de Texas del cual se transcriben su mención a Carlos de Franchi. Lo cierto es que la reproduzco íntegramente pues le describe muy rotundamente.
Los lances que ocurrieron en el corto tiempo de un año que duró el gobierno de Franquis son tan públicos como escandalosos; dió a conocer su altivo precipitado y borrascoso genio en las temeridades e injurias con que trató a los religiosos misioneros y a todos los habitantes de la provincia y a su antecesor Sandoval. A éste, sin ser su juez de residencia, le bizo sufrir el vergonzoso arresto de un cepo, con dos pares de grillos, y despojándole de todos sus papeles, le criminó y procesó sobre aparatadas (sic) demandas de la tropa del presidio de Los Adaes, y sobre la permitida traslación del de Nachitoches, cuyo delito abultaba terriblemente; desterró de las misiones a varios religiosos; interceptó los pliegos y cartas que se remitían a México y por último, fué necesario hacerlo salir inmediatamente de la provincia. No siendo de importancia para el fin a que se dirige este papel, exponer estas ruidosas historias, aunque pudiera extenderme en ellas por haber reconocido más de cuarenta piezas de autos sobre la materia, sólo diré que residenciados D. Carlos Franquis y D. Manuel de Sandoval, ambos quedaron absueltos de sus cargos, 75 restituyendo al primero a España para continuar su mérito en el regimiento de Saboya y el segundo falleció en esta capital sirviendo el empleo de Sargento Mayor del Regimiento Urbano del Comercio.
Sin embargo, prefiero no adelantar acontecimientos, pues será en el siguiente año cuando su trayectoria vital entre en una vertiginosa espiral. Así es como me traslado al extremo más occidental del imperio español, a los confines del norte de Nueva España. Donde las misiones y los presidios españoles se enfrentan a todo tipo de peligros como las tribus indias y la presencia francesa que aspira a conquistar desde el este los territorios al oeste del rio rojo.
En esa zona estaba el presidio de los Adaes prácticamente en la frontera de la (Luisiana). Esta es la capital de siendo la capital de Texas. El por entonces el gobernador Manuel de Sandoval se traslada a vivir definitivamente a San Antonio a más de 600 km al Sur oestes, que ya es la población más grande del territorio pues está sufriendo los ataques apaches. Aprovechando este hecho Louis Juchereau de Saint Denis, comandante del fuerte francés de Natchitoches en la Luisiana, lo traslada a la orilla Oeste del río Rojo, territorio español y a apenas a 22 km de Los Adaes.
GOBERNADO DE TEXAS [1736-1737]
El 2 de mayo de 1736 habiendo logrado los franceses importantes avances en la frontera oriental, el mismo arzobispo y virrey Juan Antonio Vizarrón, ordena destituir a Manuel de Sandoval como gobernador de Texas y le nombra a él, 15º gobernador interino de esa provincia que dependía del virreinato de Nueva España.[5]
Los motivos de esta decisión tan sorpresiva la argumentan muchos autores vinculándola a la presencia francesa en la zona. Tras la constitución de la Louisiana como colonia impediente, en 1712 Luis XIV otorgó al financiero francés Antoine Crozat los derechos mineros y el comercio en general de la provincia de la Louisiana que se extendían desde el golfo de México hasta el actual Illinois. Este derecho solo tenía una vigencia de 15 años, pero en 1717 Crozat renunció a sus privilegios y la provincia pasó a manos de la Compañía del Oeste. En 1733 la colonia pasó a ser dominio directo de la Corona francesa y trajo consigo la entrada de numerosos esclavos africanos.
Con la presencia francesa en la misma frontera norte del virreinato de Nueva España, nuestro país decide reforzar su presencia en esos territorios fronterizos. En 1717 nuestro país ya tenía seis misiones en la zona junto con el presidio de los Adaes, que estaba justo en la frontera con la Luisiana francesa, solo a 8 millas del fuerte francés de Natchitoches. Este fuerte era clave para los franceses pues conectaba la baja Luisiana con la villa de San Fernando de Béjar o Béxar, la ciudad más populosa de Texas, aunque la capitalidad colonial la ostentaba El presidio de Nuestra Señora del Pilar de los Adaes desde 1716. Además la zona propiciaba los negocios con los españoles, fundamentalmente de tabaco e incluso con los grupos amerindios de la nación Caddo.
Las tribus amerindias proveían a los soldados y a los colonos franceses de maíz, gallináceas pescado, caza, aceite, pieles de oso etc. a cambio de mercancías de comercio manufacturadas e importadas desde la metrópoli francesa. En 1734 los franceses trasladaron el fuerte de Natchitoches desde la orilla oriental a la occidental del río Rojo en un territorio considerado propiedad de Texas. El francés que lideró el movimiento era el comandante francés Louis Juchereau de St. Denis, que aprovechando la ausencia de Sandoval en los Adaes movió el fuerte al oeste del río rojo. Las protestas de Sandoval y de José González, su suplente en Los Adaes contra el nuevo fuerte francés fueron en vano.
St. Dennis era un viejo conocido de los españoles pues estaba casado con la española Manuela Sánchez. La controversia rodeará siempre los motivos que le llevaron a ese movimiento. St. Denis insistió en que deseaba llegar a ser un ciudadano español, y su esposa española era la prueba. Los españoles, sospechosos, lo veían como un agente encubierto de Francia. St. Denis contribuyó en gran medida al conocimiento geográfico de la zona tanto para Francia como España, así como conseguir que los asentamientos españoles y franceses estuviesen más próximos y en contacto.
Ante semejante ofensa y la nula reacción del gobernador de la provincia Manuel Sandoval, este fue reprendido por la corona española por no reaccionar ante la acción francesa. El 4 de junio de 1736 Carlos de Franquis tomó posesión de su cargo en San Fernando, la capital. Vizarrón se había destacado por apoyar a los canarios como él, que eran la élite de San Antonio, frente a los franciscanos, lo que provoca que los indios deserten de las misiones. Su postura en Texas fue siempre engreída y soberbia como atestiguan muchos libros que hablan de su corto pero sonado paso por aquellas tierras de fronteras. Ni un halago se puede oír de él, ni de su trato con los religiosos, ni con la tropa, ni siquiera de haber contenido a los franceses.[6]
Carlos permanece solo un año como gobernador, tiempo más que suficiente para organizar u fenomenal alboroto entre los militares y los religiosos franciscanos. Al parecer el anterior gobernador Sandoval tenía negocios negocios apoyándose por acción u omisión en los padres franciscanos, e incluso con la anuencia indirecta del propio virrey. Carlos llegó incluso a redactar un voluminoso informe al marqués de la Ensenada en la que daba cumplida cuenta de la difícil situación financiera en que se encontraba la provincia, lo cual demostraba que el hecho de poseer situados elevados no garantizaba una correcta administración militar de los presidios, sino precisamente una adecuada canalización y control de dichos recursos. Y no cabe duda que las acciones de Sandoval ya se venían produciendo desde hacía décadas ya que la tierra de frontera, sin control, era un inestimable caldo de cultivo para todo tipo de prácticas ilegales.
El 28 de abril de 1737 Carlos ordena la detención de Sandoval y su encarcelamiento en el Presidio de los Adaes acusándole de siete cargos de conducta deshonesta entre los que estaban sobornos, pagos a soldados en especies e incluso de haber consentido pasar un presidio francés a suelo español. En 1737 el virrey llamó a los dos gobernadores y les ordena llevar a cabo una contabilidad oficial de sus respectivas administraciones.
En medio de semejante tormenta política, surgen más informaciones que sugieren que hay más tramas detrás de esta declarada guerra entre mandos. Al parecer el padre de la Congregación de San Felipe Neri, José Antonio Pichardo aportó cierta contabilidad en la cual el gobernador Carlos de Franchi daba unas determinadas minas de plata que existían en una zona llamada como la gran Montaña, que algunos testigos ubicaban en los límites de las fronteras entre Texas y la Luisiana. La carta no apreció en auto alguno pero un extracto la fecha el 4 de julio de 1737.
.. no se sabe con certeza que razones han movido a Franquis para decidir meter en prisión a Sandoval… si fue por el hecho de que Sandoval hubiera permitido a los franceses construir un presidio en las tierras del presidio español de los Adaes de Nueva España desde el cual Franquis escribió con mucho celo a su excelencia en una carta de 30 de septiembre de 1736…., el alargado lagoon de los Adaes, que se encuentra a dos millas del presidio, donde nuestros soldados han tomado muestras de vetas de mineral que ellos encontrado e hicieron ensayos que demostraron que era plata y tal vez eso movió a los franceses a ocupar aquel territorio.[7]
Las acusaciones formales se plantearon en agosto de 1738 y permaneció encarcelado hasta 1740. Por entonces se libró de las acusaciones de cargos mayores y solo tuvo que pagar una multa de 500 pesos por no haber vivido en el presidio de Los Adaes cuando él era gobernador de Texas, aunque lo cierto parece ser que se trasladó a San Fernando para protegerlo de los ataques indios. Luego le acusaron de otras faltas menores como no llevar libros de mantenimientos del presidio. Arruinado incluso antes del juicio, Sandoval pasó varios años en la cárcel y en 1741 fue liberado de la prisión, declarando también ser capaz de seguir prestando servicios militares y políticas con el rey. [8]
Carlos de Franchi, que a cada mes se granjeaba más y más enemigos le acusaron de explotar a los indios, expulsar a los misioneros, emplear a la tropa para fines no justificado que se resumieron finalmente en una acusación general de conducta prepotente por la que fue condenado el 9 de julio de 1737 y destituido del cargo en el mes de septiembre por el visitador Joseph Fernández de Jauregui y Urrutia. Este llegó señalado como gobernador extraordinario y visitador con la función de investigar a Carlos de Franchi y a Sandoval, ambos metidos a fondo en una pelea sin final que mantenía a la provincia en el más absoluto caos y sin gobierno desde hacía meses. Jauregui dedicó su mandato de un año a clarificar que era lo que había sucedido entre los anteriores gobernadores lo que plasmó en un informe que presentó al virrey Pedro de Castro Figueroa y Salazar, duque de la conquista, en octubre de 1737. Lamentablemente poco le pudo dedicar a la administración de la provincia pues la recopilación de datos, informes y testigos le ocupó buena parte de su tiempo. Tras finalizar sus indagaciones dejó nombrado como nuevo Gobernador al comerciante Prudencio de Orobio y Basterra[9]
Carlos de Franchi renunció definitivamente al gobierno de Texas el 13 de enero de 1741, siendo virrey el duque de la Conquista, pero a instancias suyas, y en vista de la gran cantidad de testigos que se aportó, consiguió reabrir un nuevo juicio contra Sandoval y, logró detenerlo nuevamente. Tras su destitución Carlos se trasladó a vivir durante años a San Juan Bautista en California y finalmente a entró a formar parte como oficial de los Garrison de Veracruz y se menciona, sin contrastar, que luego volvió a España para servir en el Regimiento de Savoya.
[1]Tras Juan Bautista, nació el tercero, Francisco Domingo que nació el 7 de junio de 1698 pero que murió niño.
[2]AZC. Signatura 0515/47. Carta de Carlos de Franchi a Cristóbal de Franchi. La Habana. 15 de junio de 1730.
[3] AGI. Signatura: Contratacion, 5482A, N.1, R.63 Expediente de información y licencia de pasajero a Indias de Carlos de Franquis, coronel de Infantería, gobernador de Tlaxcala, a Nueva España.
[5]PHARES, Ross. The Governors of Texas. Firebird Press book. Pelican Publising Company. 1998. Págs. 21-22.
[7]HALE, Duane K. (1980) "Mining and Prospecting on the Louisiana-Texas Frontier 1713-1763," East Texas Historical Journal: Vol. 18: Iss. 1, Article 8. Pags. 42-43.
[9]Pedro de Castro y Figueroa y Salazar, duque de la Conquista y marqués de Gracia Real [San Julián de Cela, 8 de diciembre de 1678 - México, 22 de agosto de 1741] fue un militar español, presidente del reino de Sicilia entre 1735-37 y virrey de Nueva España entre el 17 de agosto de 1740 y el 22 de agosto de 1741.