En un artículo publicado en una revista española TIEMPO se preguntaba cual era la marca española más antigua de España. Ahora cuando todos damos por hecho que las marcas comerciales son uno de los principales activos de las empresas y más en esta época de redes sociales donde el bombardeo publicitario está generalizado cabe preguntarse cuando empezó todo. Las empresas tecnológicas de gran consumo protegen sus nombres y su imagen como si les fuera la vida en ello pues son básicamente sus credenciales y tarjeta de presentación ante sus clientes. Y si cae la marca, cae el negocio y siempre habrá alguien para sustituirlo.
En este bombardeo incesante de anuncios, donde cada marca quiere representar algo, ya sea vinculándolo al prestigio, a la solera, a la diversión o a la familiaridad, todos tratan de distinguirse como ya se hacía desde los tiempos más remotos. Antes a falta de empresas, las familias empleaban los escudos de armas para diferenciarse unas de otras, los clanes, los hidalgos blandían orgullosos sus armas señalando su poderío o simplemente su fuerza. De las armas pintadas con exuberancia en los óleos se pasó a los libros de genealogía donde estas familias mostraban la antigüedad o la hidalguía de sus miembros. Cuando la fuerza de la economía sustituyó a la fuerza de las armas los registros genealógicos fueron sustituidos por los registros de empresas donde éstas se comenzaron a anotar sus denominaciones con intención de protegerse.
Hace un tiempo un articulista que trataba este tema se hacía varias preguntas ¿Se ha preguntado alguna vez cuáles son las marcas españolas con más solera, las que primero se inscribieron en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM)? Pues hay de todo, sobre todo de bebidas y alimentación y muchas de ellas han llegado vivas y coleando hasta nuestros días. La más antigua es la de una bodega de la Rioja Alavesa, Cosme Palacio, de bodegas Palacio, cuyo registro está fechado en 1897. “Las más antiguas suelen ser de vinos y de productos de alimentación en general.
El artículo, claro, hacía mención a las que estaban anotadas en el registro de patentes y marcas de España remontándonos principios del siglo XIX en la sección de registros de aceites donde figuraba aceites Carbonell en 1905 para luego, en 1908, el popular Tío Pepe, de bodegas González Byass o Paternina. Pero claro, eso era de cuando había registros. La reflexión que me hice fue inmediata ¿acaso no hubo marcas con anterioridad a este registro?, probablemente no si nos referimos a las registradas, sin embargo el concepto de marca ya estaba anidado en la cabeza de los vendedores de vinos como podremos apreciar y estos eran los de Tenerife.
No me había fijado hasta hace poco que en los conocimientos de embarque, que recogen el registro de subida de los vinos a los barcos, en determinadas ocasiones estos anotaban en un lateral “Branded Cologan”, y me refiero concretamente al que se anexa en este artículo. Seguramente en esta ocasión en la que se enviaban pipas de vinos de Tenerife a Filadelfia en 1783 se competía con algún que otro comerciante local y claro, había que distinguirse en la ciudad americana donde ya se mostraban varios productores europeos. Era un año singular porque había terminado la guerra de independencia y las empresas buscaban remontar las pérdidas de los años anteriores y la isla de Tenerife tenía muchos interesas allí.
¿Pensó este comerciante en proteger su marca y llevarla a un registro?, de momento no lo sé, pero seguramente el nombre de marca de aquella época era simplemente el apellido de la familia que vendía el vino y en Tenerife hubo varias como los Barry, Pasley, White, etc. Y es que el comercio de vinos de España estaba en manos de empresas familiares y Tenerife no era una excepción. Lo que si me lleva esto a pensar es en que cada una de estas familias, casi todas anglosajonas, tenía su escudo de armas y que nunca emplearon en su negocio comercial pero de alguna forma el empleo de su apellido si que fue una transición entre la genealogía y la heráldica a los registros modernos. El mundo moderno se abría paso y ya no eran unos nobles los que se repartían la riqueza y la economía democratizó la sociedad y atrajo a los más inteligentes que querían también su parte de la riqueza. Por tanto todos reaccionaron obligándose a emplear nuevos medios para prosperar en los negocios y el sector de los vinos, como ya se sabe, fue uno de los precursores en el empleo de las marcas.
Artículo de referencia:
¿Cuáles son las marcas españolas más antiguas? por Lucía Martin
http://www.tiempodehoy.com/vivir/cuales-son-las-marcas-espanolas-mas-antiguas
Artículo de referencia:
¿Cuáles son las marcas españolas más antiguas? por Lucía Martin
http://www.tiempodehoy.com/vivir/cuales-son-las-marcas-espanolas-mas-antiguas