Matías de Gálvez y Gallardo nació en la villa de Macharaviaya perteneciente a la comarca de la Axarquía de Málaga, el 24 de julio de 1717. Fue bautizado el 29 de julio del mismo mes por el cura Alonso Carrión y fueron sus padrinos Mateo González y su mujer María del Pino. Sus padres eran Antonio de Gálvez y García y Ana Gallardo y Cabrera [Ana Gallardo Jurado] casados el 1 de julio de 1716. Matías era el mayor de cuatro hermanos, el segundo José nació el 7 de enero de 1720[1], el tercero Miguel lo hizo el 30 de noviembre de 1725[2] y el cuarto Antonio el 29 de septiembre de 1728.
Matías de Gálvez y Gallardo
De sus años de juventud es prácticamente imposible localizar datos que nos permitan conocer cuales eran sus primeras orientaciones. Lo cierto es que con la temprana muerte de su padre en 1728 [tenía 12 años], debió ayudar a su familia con la casa. Si bien esta tenía orígenes hidalgos la fortuna no debía acompañarles en aquellos años. Las múltiples menciones a que dedicó su adolescencia a las labores del campo seguramente sean ciertas pues con los años demostró unas aptitudes y un conocimiento del medio rural muy relevante. Seguramente fuera la necesidad lo que le volcó en labores de pastoreo para colaborar en el mantenimiento de su casa y en repetidas ocasiones mostró un alto grado de conocimiento y un cariño por la ganadería así como por la agricultura, particularmente por el vino que como veremos le ocupo por muchos años en Tenerife.
Por el contrario, su segundo hermano José mostró otras inquietudes. Fruto de la casualidad en una visita pastoral del obispo Ramírez del Toro a Macharaviaya, se menciona que el obispo quedó admirado por la inteligencia y viveza de aquel joven monaguillo de la iglesia de San Jacinto. Luego José fue enviado al seminario de Málaga en 1733, donde al parecer estudió con gran ahínco pero sin una vocación sacerdotal, lo que no impidió que el obispo Gaspar de Molina, sucesor del anterior, continuara protegiéndole y lo enviase a la Universidad de Salamanca para estudiar leyes. Tras terminar los estudios se traslada a Madrid para ejercer su profesión y en 1744 el ayuntamiento malagueño le encarga representar sus intereses en Madrid. En la capital y durante los últimos años de reinado de Fernando VI José se desempeña con soltura y va prosperando en la compleja administración de justicia española.
Mientras, en Málaga se casaba Matías cuando tenía veintiocho años. Lo hizo el 20 de octubre de 1745 con Josefa Madrid Gallardo y seguramente sus tres hermanos le acompañaron en la ceremonia. Eran tiempos felices y los tres hermanos, aún solteros, tenían todos grandes proyectos. Josefa era hija de Juan Madrid Gallardo y de Ana de Ortega y Ramirez, naturales de la misma villa. La ceremonia se celebró en la villa de Macharaviaya oficiándola el cura local don Juan Francisco Mercado que también lo era de la localidad de Benaque. Matías mantenía con Josefa por una parte tercer grado de consanguinidad, y por otra, quarto de la misma especie. Fueron sus testigos de boda Josef Arias, Antonio de Eslaba y Francisco Villalba, todos ellos vecinos de la villa.
Del matrimonio nacieron dos hijos varones. El primero de ellos Bernardo, nacido en Macharaviaya, Málaga el 23 de julio de 1746. El segundo de nombre José, nació en 1748 y en el parto o bien días después falleció su mujer como consecuencia del mismo. El pequeño Josef viviría muy pocos años pues falleció, en Madrid en 1756. Tras esta dura prueba la vida trajo a la familia una nueva alegría, el enlace en 1748 de su hermano José.
José ya estaba bien establecido en la corte y ejerciendo de letrado de los Reales Consejos, contrajo matrimonio con María Magdalena de Grimaldo. Lamentablemente, y solo un año después, el 13 de junio de 1749, moría ella. Los dos hermanos mayores habían quedado viudos muy jóvenes y la tristeza cubría a la familia Gálvez. Pero Matías y José no eran personas que se achicaran frente a los retos que les lanzaba el destino.
Solo dos años más tarde, el 21 de agosto de 1750, Matías contrajo segundas nupcias con Ana de Zayas y Ramos, su prima tercera en doble grado de consanguinidad e hija de Francisco de Zayas y de Teodora Ramos. La ceremonia se celebró en la Villa de Iznate, un pueblo de la Anarquía situado a escasos kilómetros al este de Macharaviaya. Según relata Matías en su testamento de Tenerife de 1775 de este segundo matrimonio tuvieron tres niños que fallecieron muy pequeños.[3]
Pero las bodas no se terminaron ese año, Antonio, el menor de los hermanos, el segundo que seguiría la carrera militar también se casaría. Lo hizo con Mariana Ramírez de Velasco y al no tener hijos, aunque adoptaron a una niña, María Rosa Antonia, de quien dicen pudo ser una hija natural, que llegaría a ser autora de teatro de notable éxito en la corte de Carlos IV.
Aunque tuvimos tres hijos se murieron pequeños y ya por la edad que se hallaba mi esposa doña Anna concideramos incapaces de tener más hijos[4]
También en ese año de 1750 se volvería a casar José con una española de ascendencia francesa, Luisa Lucía Romet y Richelin, que era camarista de la reina con una buena posición económica. Una muestra más de su posición social es que en el testamento otorgado el 8 de julio de 1751, uno de los testigos fue Luis Van Loo, pintor de cámara del rey. En dicho protocolo consta que tuvo una hija con cada una de sus esposas, y que ambas fallecieron muy prematuramente.
De este matrimonio se abrieron para José los mejores contactos. Pronto estableció con los círculos diplomáticos concretamente con el secretario de la embajada francesa, que acabaría presentándole al duque de Durás, embajador del rey Luis XVI de Francia ante la corte de Fernando VI. De ahí el posterior nombramiento de Gálvez como asesor jurídico de la legación gala en Madrid, tarea que desempeñó con gran brillantez. El mérito profesional de Gálvez fue muy apreciado también por el nuevo embajador de Francia, marqués D’Ossún, amigo personal del por entonces infante Carlos, luego Carlos III. Sus alegrías se truncaron con la repentina muerte de su segunda mujer en 1753.
Las alegrías y las desgracias se alternaban en las familias de Matías y de José, sus matrimonios, casi paralelos se alternaban con las sucesivas pérdidas de sus mujeres y de sus pequeños hijos. La última de las desgracias sucedió en Madrid en 1756 con el fallecimiento de su segundo hijo José. Desolado ante la pérdida de su segundo hijo quedó don Matías junto a su mujer Anica, como todos la llamaban y con su único hijo Bernardo de diez años. En este estado de cosas, la vida de Matías cambiará para siempre pues decide dejar la península para trasladar a su familia a las Islas Canarias.
[1]Macharaviaya. Parroquia de San Jacinto. Bautismos, libro 2º, fol.47 v.
[2]Miguel fue bautizado con el nombre de Andrés Luis, hasta que a petición del propio interesado en 1747 se le antepone el nombre de Miguel. A igual que su hermano cursó estudios de Leyes en la Universidad de Alcalá y al finalizarlos marchó a la Corte para hacerse sitio en los sectores burocráticos de la época.
En 1770, fue nombrado Alcalde de Casa y Corte. Cuatro años después toma posesión de su nuevo cargo de Ministro togado del Consejo de Guerra. En 1786 fue enviado como Ministro Plenipotenciario ante la corte de Prusia, en Berlín, donde trabará magnificas relaciones con Federico el Grande, y de allí fue enviado con el mismo cargo a San Petersburgo donde entre otras cosas, sin olvidar nunca su tierra natal, aprovecha para abrir un mercado a los vinos de Málaga, lamentablemente y ya en el viaje de regreso a España, muere en la ciudad de Gotha en Alemania.
[3]Testamento de Matías de Gálvez en Tenerife redactado por el escribano José Bernardo Uque y Freire en Protocolos del AHPTF y redactado el 18 de marzo de 1775.
Fue citado por Enrique Romeu Palazuelos en Matías Gálvez, agricultor, artillero y virrey. III Jornadas de Artillería en Indias. Tenerife. 1988.
[4]Antonio de Gálvez era el menor de los cuatro hermanos. Siguió la carrera militar pero sin conseguir grandes méritos. Algunas fuentes le califican de carácter orgulloso y algo pendenciero cosa que le distinguía sobremanera de sus hermanos. Fue nombrado administrador de las Islas Canarias y comandante de la Bahía de Cádiz, llegando a alcanzar el grado de coronel.Tras sufrir un incidente con el pirata marroquí Alí Pérez, que capturó la embarcación, en la que se dirigía a tomar posesión de su cargo, la llevó al puerto de Salé en Marruecos. Libre al cabo de dos meses, se le cambia el cargo por el de administrador del puerto de Cádiz.