El 5 de septiembre de 1883 llegó a las Islas Canarias la británica Olivia M. Stone junto a su marido, John Harris Stone, conocido fotógrafo londinense. Arribó al puerto de Santa Cruz de Tenerife a bordo del vapor Paraná, con credenciales de ser una de las mejores escritoras de libros de viajes de su país, haciéndose eco de su trabajo numerosos periódicos londinenses que alababan su trayectoria.
Olivia M. Stone
Trajo consigo varias acreditaciones que le permitieron conocer, en un corto espacio de tiempo, a numerosas personalidades del archipiélago. Recorrió sin excepción todas las islas y escribió un relato extenso, completo y minucioso de la descripción de la vida cotidiana de los isleños, los asuntos públicos, la educación, la historia y el paisaje. Por primera vez, el motivo de la visita de alguien de prestigio no era de exploración científica sino, simplemente, interesarse por la cultura y las costumbres de las Islas. La propia prensa canaria se hacía eco de su visita:
La distinguida escritora Miss Olivia M. Stone se halla hace algún tiempo en esta provincia, con el fin de adquirir datos para la obra que proyecta escribir con el título de Estudios histórico-geográfico-científicos de las Islas Canarias.
La escritora Miss Olivia M. Stone, de quién me he ocupado en alguna de mis crónicas, ha adquirido preciosos datos y sacado admirables fotografías en estas islas para la obra que está escribiendo.
La ilustre viajera ha quedado muy satisfecha de sus excursiones por nuestro país, que le ha agradado muchísimo, y llevará a la brumosa Albión, el imperecedero recuerdo de estas rocas.
Ortiguilla.
La Ilustración de Canarias, 31 de octubre de 1883
Durante su estancia en Tenerife visitó La Orotava y la casa de Franchi, donde fue recibida por Elisa de Ponte y del Hoyo, viuda de Bernardo Cólogan y Heredia. En sus jardines tuvo la ocasión de observar el magnífico ejemplar de drago y los hermoso jardines donde crecía. Olivia Stone escribió en su libro Tenerife y sus seis satélites:
El jardín de la marquesa del Sauzal está bien, y se puede decir que es muy bonito. No es fácil, en un país donde todo crece tan rápidamente, mantener un jardín en el orden al que estamos acostumbrados en Inglaterra, pero la marquesa, mientras observa la naturaleza salvaje, la mantiene aún en orden. De pie cerca del pequeño drago hay una curiosa palmera, de una altura inmensa. El tallo es muy delgado, y a la mitad hay una curiosa constricción. Se dice que este árbol es tan antiguo como los guanches, y que en el tiempo de la conquista fue un lugar de referencia para los españoles.
Tiene
Es extremadamente cortés que estos habitantes de la Villa permitan a los extranjeros entrar en los jardines y admirar su contenido. Como el número de visitantes se incrementa, esto obligará, sin duda, a establecer una tasa. Esta es la razón más importante por la cual el Jardín de Aclimatación, deberá ser ampliado y convertido en un jardín público, donde la lujuriosa vegetación del valle puede ser abiertamente estudiada por los visitantes.
Trás esta primera parada visita la casa de Laura Cólogan y Heredia, marquesa de la Candia, donde fue recibida por su hijo Alberto que hizo de anfitrión y le mostró la hermosa vegetación de sus jardines.
Don Alberto nos mostró la casa de su padre, donde observamos excelentes óleos. Retratos de dos antepasados del marqués, con rostros decididamente británicos, firmeza y determinación, y ojos de color azul o gris Saxon irlandés, nos llamó la atención.
En su obra, Olivia Stone recopila la experiencia de su estancia en las islas y sus páginas van más allá de la mera descripción, pues se interesa por las costumbres locales y la vida cotidiana de las gentes comparando lo visto con otros lugares y aventurándose continuamente en interesantes reflexiones críticas.
WELLS, J. R. ‘VIEWS IN TENERIFE, CANARY ISLANDS , THE NEW WINTER SANATORIUM IN THE ATLANTIC ’. ILLUSTRATED LONDON NEWS 1888
El 12 de octubre, el matrimonio zarpó hacia la Isla de La Palma. A bordo del Matanzas, un pequeño velero, se demoraron casi cinco días en llegar por la ausencia de viento. A su llegada a Los Llanos de Aridane, Olivia relata en su diario que este eraun lugar limpio, con casas bastante buenas y un par de plazas; la más cercana a la iglesia con bancos. Sin embargo, su destino estaba un poco más lejos, en la residencia de Miguel de Sotomayor y Fernández, para quien llevaban una carta de recomendación. A esta casa llegaron a caballo y, tras entrar al patio de la casona de los hermanos Miguel y Manuel, les condujeron a su despacho mientras les aportaban la carta de recomendación. Se les dio un recibimiento atento y distinguido, independientemente de tener o no una referencia. Las familias de todas las islas recibían con gran amabilidad cualquier visita extranjera o peninsular y el trato que se les dispensaba era exquisito en la medida de sus posibilidades. Ese trato se refleja en los siguientes párrafos de una manera nítida.
Poco después entró y, tras una conversación de unos minutos, nos llevó a la casa de su hermano y hermana, al otro extremo del patio. Nos recibieron con enorme hospitalidad y, poco después, cenamos. Los habitantes son muy amables al recibir así a desconocidos y existen pocos países que estén tan bien dispuestos. Encontramos mucha hospitalidad sincera. Frecuentemente llegábamos tarde por la noche a casa de un desconocido, a veces con una carta de presentación y otras veces sin ninguna, y nos recibían, nos trataban con amabilidad y nos íbamos contentos. Si menciono la manera en que fuimos recibidos, nuestras habitaciones y la comida que se nos ofreció, es porque confío en que no se considerará un atentado contra la hospitalidad, ya que sólo lo hago para mostrar las diferentes formas de vida y las diversas costumbres y hábitos que son propias de otra nacionalidad”.
…dan trabajo a un considerable número de personas, porque cultivan caña de azúcar, té, café, viñas y tabaco, además de los alimentos necesarios para la vida diaria”.
…durante su estancia, el hacendado Miguel de Sotomayor nos señaló una fruta que, según nos dijo, era nueva en las islas, llamada sandía. Es como un melón, pero rosa por dentro y tiene semillas negras.
…me alegré cuando sugirieron que nos debíamos ir a acostar, ya que estaba muy cansada. Nos condujeron a una habitación en el piso bajo, en la que había cuatro camas en fila. Se nos proporcionó de todo, ¡incluso colonia, pomada aromática y cepillo de dientes! Encontramos provisiones semejantes para los viajeros en muchas casas, especialmente entre las clases altas de modo que, evidentemente, es habitual.
El matrimonio recorrió, como queda dicho, todo el archipiélago, y legó un hermoso relato de su estancia entre nosotros. Ambos abandonaron Tenerife el 15 de febrero de 1884, con destino a Las Palmas, desde cuyo puerto pusieron rumbo a Inglaterra a bordo del vapor Trojan.
Su trabajo llamó la atención de la prensa y el Ilustrated London News publicó, el 4 de enero de 1884, A visit to Tenerife, un artículo a doble página con bellos dibujos de J. R. Wells, que a continuación reproducimos. Sus relatos cautivaron a los lectores y atrajo a las islas a numerosos británicos que ansiaban encontrar, a una corta distancia de su país, un lugar de descanso donde recuperarse de sus dolencias. Tras la publicación de su libro, la literatura de viajes de Canarias se basó en su formato, y las primeras guías turísticas aprovecharon su trabajo para dar a conocer las islas al público inglés, que hasta la fecha, sólo tenía escasas referencias del archipiélago.
Las siguientes imágenes muestran los rústicos medios de transporte que se empleaban en Tenerife a finales del siglo XIX para el transporte de los turistas. Los mismos animales empleados para las labores del campo debieron ser reconvertidos para las demandas del negocio turístico. ¿Era un exotismo o simplemente una necesidad?.
Carlos Cólogan Soriano. 2015.
cologanmorales@gmail.com