“El río” es el término que se empleaba para definir al puerto de Londres durante siglos cuando esta ciudad era el centro del comercio mundial. Como el río era y aún es sinuoso, se debió construir en una zona unos muelles artificiales más longilineos que recibiera a los grandes navíos de las Compañías que operaban con las Indias Occidentales (West Indian Docks), es decir con la América inglesa. Esta zona ganada al río y ordenada funcionó durante media centuria con los navíos de vela que exigían llegar hasta el mismo centro de la ciudad.
Habiendo quedado atrás esa época, durante las primeras décadas del siglo XX estos grandes muelles fueron arrendados por la compañía noruega Fred. Olsen & Co para la descarga de los barcos que traían fruta fresca desde muchos puntos del globo y especialmente sus plátanos de las Islas Canarias. En esas explanadas la compañía tenía en 1937 unas enormes naves donde almacenaban nuestros plátanos que luego transbordaban en trenes a otras ciudades inglesas.
El gran almacén de la empresa tenía dos plantas, la baja era para el tránsito y el piso superior para el almacenamiento. Tenía algo mas de 430 pies de largo y estaba especialmente diseñada para ser tan largo como un típico buque de 10.000 toneladas.
Durante la II Guerra Mundial la zona de los muelles fue sometida a un intenso bombardeo y gran parte de ellos quedaron inservibles además de obsoletos frente al sistema actual de contenedores en puerto justo al mar y que motivaron que la ciudad de Londres dejara de considerarse como un puerto.
Al menos esa zona quedó para la posteridad con el nombre de nuestras islas y nuestros plátanos, como también lo pudo haberlo sido una zona próxima que era la que recibía nuestros vinos durante siglos. La labor de Fred Olsen & Co. en pro de los plátanos de Canarias está algo olvidada y merecería un mayor reconocimiento.
Si algunos consideran a Venezuela la octava isla, Inglaterra o más concretamente Londres, debería ser la novena. Porque nos guste o no, la historia de nuestras islas siempre estuvo vinculada a esa urbe.
Carlos Cólogan
Si algunos consideran a Venezuela la octava isla, Inglaterra o más concretamente Londres, debería ser la novena. Porque nos guste o no, la historia de nuestras islas siempre estuvo vinculada a esa urbe.
Carlos Cólogan
Extraído de: Canary Wharf: How a busy financial centre was once a thriving port taking in sugar, rum and elephants | Daily Mail Online